domingo, 22 de enero de 2017

MONDAY... IMPARABLES O ADICTOS AL DOLOR



No tengo buena sensación y quizás sea porque llega el lunes de nuevo.
Me explico. Cada semana que pasa, y cada vez pasan más rápido, pienso que ha sido peor y que lo que viene será mejor. Pero no, siguen siendo peores y no acaba de llegar una buena. Mientras tanto, los ingenuos como dice +Miguel Angel Mañez seguimos intentando creer y hacer un mundo ¿mejor?. Elogio de la ingenuidad.
En ese contexto, además, las pequeñas levitaciones de algun@s se han visto frustradas y las de los que llegaron desorientados, pero dispuestos a conseguir lo que por derecho creen propio como si se les debiera, continúan manejando la quilla, que no el timón, con el manual de instrucciones en la otra mano.
Por ello digo que sigue siendo contradictorio e inquietante que los ingenuos cada vez nos sintamos más apostillados, claro depende de como se interprete, más apesadumbrados de postillas, "por resabiados", como dice Mañez, más juntitos formando un único pensamiento,  "otra forma es posible", y más críticos con la realidad que se nos brinda, (vaya juego que nos has dado @malalanda).
Una realidad trasnochada que toca poner en alto, porque los discursos se quedan en el papel y la demagogia sobre el progreso, la libertad, la ética y la razón, es eso, pura demagogia, mientras la realidad es que nos sentimos amenazados, censurados, boicoteados, desprofesionalizados y si, por qué no decirlo, castigados, y por escrito.
Son muchos los profesionales afectados en ese sentido, y muchos los tipos de "poderío" ejercido que dañan y merman a las personas, a los profesionales. Desde la limitación de tus derechos, por ejemplo el aludido anteriormente, la libertad de expresión, desde el respeto y la no ofensa, a la desacreditación, al vacío, al mobbing, al acoso, incluso la violación del espacio privado, y el veto intra y extramuros . Una feria interminable de situaciones provocadas que dañan el espíritu profesional con el que te formas, con el que emprendes una carrera y proyectas futuros. Una exposición de mala fe y de intereses primarios que obedecen a la incapacidad resolutiva de insufribles ególatras y narcisistas. Una frustración expresada en la carencia del elemento más básico de relación humana, la comunicación.
Sus consecuencias se suceden cotidianamente delante del silencio de los que pasan de largo, esos que no se implican, ni alzan la voz y que indudablemente están colaborando a través de la esclavitud más manifiesta, la propia, la de la autocensura, la pasividad antiperpleja, la mayoría, "walking deads".

No se comprende, quizás esté más cerca el lunes. Por una parte se nos exige ser profesionales, nos formamos, aprendemos, mejoramos competencias, evaluamos, nos entusiasmamos, pero... debemos ceñirnos a las limitaciones del capataz, bien por su incapacidad permanente, bien porque recuperó su coto y ahora se duplica el cobro. Merman la capacidad creativa, la innovación y sin ella no hay evolución y progreso, los profesionales callan, siguen esperando...un momento mejor, otra vida, otro momento más, un poco de vida, aire para respirar.

Quizás, "profesionales ingenuos", debamos recoger las reflexiones vertidas en estos dias, sí, vosotros, los que créis en la ética, en la responsabilidad profesional, en la ética de las organizaciones, los que creéis en los derechos como ejercicio real y responsable. Los que creemos en el bien y buen hacer ejercido en cualquier escenario, área, ámbito y nivel. ¿Alguien dará el primer paso?.

 



3 comentarios:

  1. ''Una realidad trasnochada que toca poner en alto, porque los discursos se quedan en el papel''a propósito de tu inspirulina vertida en este artículo me preparo para dar ese paso en mi país.Hacer visible esa realidad desde adentro,desde donde se puede comenzar a modificar.Besos.

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  2. Gracias amiga Mate por pasarte "desde tan lejos" y sin embargo tan cerca. Abrazo

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Respeto y sentido, del común también